miércoles, 25 de junio de 2008

δ. Heidegger vs. Hartman


Con respecto al sujeto:

Para Hartman, el sujeto capta al objeto pero no lo modifica sino que lo que cambia es el sujeto; para Heidegger, en cambio, se puede modificar al ente según el mundo en el que se sitúa el sujeto (subjetivismo).
El sujeto de Heidegger es el verdadero ser, en tanto que es la única existencia que tiene la posibilidad de proyectarse, “ser es poder ser”, y esto es lo que diferencia al hombre de los entes intramundanos. No obstante, el ser utiliza o contempla a estos entes para poder desplegar sus posibilidades, y en este sentido el ser es también Dasein: ser en el mundo, sumergido en su cotidianeidad.

Con respecto al objeto:

El objeto de Hartman constituye una realidad objetiva que puede ser aprehendida por el sujeto; Heidegger toma por objeto al mundo en tanto que está constituido por entes significativos para el sujeto, por lo que el ente no tiene valor objetivo, sino que es el sujeto quien lo resignifica.
El modo de ser de las cosas tiene que ver con su utilizabilidad, el mundo es un existenciario de entes intramundanos del cual el dasein hace uso para llevar a cabo su proyecto.
El mundo existe en tanto que tiene significado (utilitario o contemplativo) para el sujeto, por lo tanto, es el sujeto quien determina cual será su objeto de conocimiento.

Con respecto a la posibilidad de conocimiento:

El conocimiento es posible para Heidegger, porque no sería un aprehender objetos que poseen una realidad diferente a la del sujeto, sino que tendría más que ver con un reconocimiento del objeto, en tanto que ha pasado del modo de “ser a la mano” (útil para el sujeto) para convertirse en un “ser ante los ojos” (objeto de conocimiento).

Con respecto a la relación de conocimiento:

La relación cognoscitiva sujeto – objeto no es primaria sino secundaria, la precede una relación utilitaria y pre – ontológica (entre el DASEIN y el ser – a – la – mano).
El proceso de conocimiento no estaría conformado para Heidegger como sí para Hartman por la descripción, la aporética y la teorética; sino que se constituiría por tres momentos a través de los cuales el sujeto va transformando a un ente determinado en objeto de conocimiento: 1° - SORPRESA: el modo de ser a la mano de un ente intramundano deja de ser útil para el sujeto y aparece el carácter cósico de dicho ente. 2° - IMPERTINENCIA: todos los demás entes son inútiles para reemplazar al ente que acaba de perder su utilidad, motivo por el cual, ahora a ese ente se lo puede contemplar. 3° - INSISTENCIA: el ente es constituido como objeto de conocimiento por el sujeto cuando pierde su utilidad y es entonces cuando se convierte en un “ser ante los ojos”.

Con respecto al origen del conocimiento:

Para Heidegger el origen del conocimiento tiene que ver con un convertir al ente útil en objeto de conocimiento, con un “andar con el ente”, y no con una postura pasiva por parte del sujeto de conocimiento; quien, por el contrario, se constituye como un ser psicológico activo en la relación cognitiva (existente humano).

Con respecto al problema de la verdad:

Heidegger dirá que un ente es verdadero según la significación que el sujeto le otorgue al constituirlo como objeto de conocimiento, por lo que no es necesario plantearse qué criterio de verdad deberá utilizarse a la hora de evaluar si un determinado conocimiento es verdadero. Sería ridículo dentro de la postura de Heidegger plantear, por ejemplo, un principio de evidencia por correspondencia dado que no existe una realidad objetiva a la cual deban adecuarse determinados juicios de verdad o falsedad.

“Heidegger hace que desaparezca la cuestión gnoseológica que es típica de la filosofía moderna, la cual coloca el conocer dentro del cognoscente y luego no logra salir del teatro interno de la mente. Esto constituye un pseudoproblema motivado por la equivocada idea de que el conocer es una cualidad interior del sujeto, y por el supuesto completamente infundado de que dicho conocimiento es el modo originario de relacionarse el hombre con el mundo. Por lo contrario, el sujeto es una apertura al mundo y el conocer no es el modo originario de relación entre hombre y mundo. GIOVANNI REALE, “Historia de la Filosofía Moderna” – Cap. XX: Martin Heidegger: De la Fenomenología al Existencialismo.

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