miércoles, 28 de enero de 2009

El significado del término “metá ta physiká” y las interpretaciones filosóficas que los comentadores griegos hicieron de la partícula “metá”

Julián Marías:

En el siglo I AC Andrónico de Rodas, al ordenar los libros que componen el corpus aristotélico, encuentra algunos cuya denominación es problemática en relación con los demás; no obstante, decide ubicarlos después de los libros de física. Por lo que “tá metá ta physiká” significa “los libros después de los físicos”. Entonces, “metafísica” resulta de la supresión de los artículos y fusión de la preposición con el nombre; así, a partir de cuatro palabras surge una, aunque esta unificación no acontece en el griego sino en el latín por medio de la traducción del árabe (Averroes). Sin embargo, el término metafísica no es una invención latina sino una trascripción alterada en forma nominal y sin traducir; no es un concepto sino una expresión retórica y poética; un vocablo arbitrario y de origen azaroso. Aristóteles nunca utilizó el término “metafísica”, en su lugar la denominó de cuatro modos diferentes: 1. Sabiduría: sophía 2. Filosofía primera: próte philosophía 3. Ciencia buscada: zetouméne Episteme 4. Teoría de la verdad: tes aletheías theoría Giovanni Reale:

Aunque coincide con Julián Marías en el origen del término “metafísica”, sostiene que el motivo por el cual se le dio posteriormente esta denominación no es azaroso, por el contrario, es de carácter ontológico: “metá” significa “más allá” por lo que se refiere a lo que se encuentra más allá (o por encima) de lo físico; es decir, los entes “transfísicos”. Las expresiones empleadas con mayor frecuencia por Aristóteles fueron las de “filosofía primera” y “teología”, en contraposición con la “filosofía segunda” o “física”. Los Neoplatónicos (Simplicio):

Efectúan una interpretación ontológica. La denominación “metafísica” se refiere a la naturaleza de los objetos propios de la disciplina (a la organización jerárquica de los mismos). En este sentido, la metafísica es la ciencia de lo “suprafísico” o “transfísico”; es decir, de aquello que está más allá de lo físico. Los Peripatéticos o Post-aristotélicos (Alejandro de Afrodisia):

Realizan una interpretación de carácter gnoseológico; es decir que la partícula “metá” correspondería más al modo de conocer que al objeto. Si bien las entidades metafísicas son anteriores a las físicas en el plano ontológico, en el plano gnoseológico son posteriores, por lo que “metá” no es tomado como “más allá” sino como “después de”.