lunes, 21 de abril de 2008

El mundo como voluntad y representación


"La vida de la mayoría de los hombres no es más que una lucha constante por su existencia misma, con la seguridad de perderla al fin. Pero lo que los hace persistir en esta fatigosa lucha, no es tanto el amor a la vida como el temor a la muerte. La vida es un constante caer del presente en el pasado muerto, un constante morir; nuestro andar es siempre una caída evitada. Cada uno de nuestros movimientos respiratorios nos evita el morir, luchamos contra la muerte a cada segundo. Pero la muerte ha de triunfar necesariamente, pues le pertenecemos por el simple hecho de haber nacido. (...) La esencia de la naturaleza es una constante aspiración sin fin, y la voluntad está condenada al dolor: cuando ha satisfecho todas sus aspiraciones siente un vacío aterrador y así la existencia se convierte en una carga insoportable. La vida, como péndulo, oscila entre el dolor y el hastío. Este hecho ha sido simbolizado de una manera bien rara: habiendo puesto en el cielo todos los dolores y todos los tormentos, no se ha dejado para el cielo más que aburrimiento."
A. Schopenhauer