lunes, 28 de septiembre de 2020

Nagel: el problema de la subjetividad

 

Para explicar el problema de la conciencia de la subjetividad de la experiencia, Nagel utiliza la analogía de los murciélagos, mediante la cual se expone la imposibilidad de adoptar un punto de vista diferente del propio a la hora de intentar realizar una reflexión acerca de una experiencia determinada; plante este autor que cualquier hombre, aun siendo un mamífero o poseyendo un aparato sensitivo similar al de los murciélagos, nunca podrá saber exactamente qué sienten o cómo viven estos sus experiencias.

No se trata de imaginar qué sentirán los murciélagos, la imaginación no puede contribuir a la construcción de una verdad objetiva acerca de las experiencias de los murciélagos. Nagel amplía su analogía y reemplaza a los murciélagos por hombres ciegos y reafirma su conclusión respecto del problema planteado; nadie puede despojarse de su punto de vista para adoptar un punto de vista diferente; no obstante, se puede construir algún tipo de objetividad que tome en cuenta la irreductible subjetividad de la conciencia de la experiencia.

Y si bien el autor no explica cómo es que podría construirse algún tipo de objetividad considerando que es imposible despojarse de la subjetividad, al menos hemos identificado la fuente del conflicto.

Se trasluce en el pensamiento de Nagel una metafísica de tipo realista, por lo que el problema de la aprehensión cognoscitiva de lo real estaría del lado del sujeto; es decir, en la relación sujeto-objeto tenemos un objeto real que se muestra objetivamente y un sujeto que tiene la capacidad de captar al objeto pero que tiene dificultades para construir una ciencia objetiva a partir de infinitos puntos de vista subjetivos.

Y aunque el problema queda abierto, es sumamente interesante plantear la importancia de la conciencia subjetiva de la experiencia, y la imposibilidad de ver al sujeto como un receptáculo de datos empíricos, neutral, vacío, pasivo.

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