martes, 9 de junio de 2009

Una cuestión generacional

Acabo de descubrir que nunca le creí una sola palabra a Kant.

¿Que existen formas puras - a priori - de la sensibilidad, del entendimiento y de la razón que constituyen y determinan el conocimiento? Bueno... en el fondo algunas veces quisimos cumplir nuestro sueño piagetiano, construyendo como antaño, con las categorías aristotélicas, verdades universales, indubitables, e independientes, o lo que es peor, trascendentales, a nosotros mismos. Y esta hipótesis, aunque no me la crea, sí que nos ha servido!

¿Que existe un imperativo categórico a priori que rige nuestra conducta cual mandato universal de la conciencia, y que se impone cual deber, alejado de intereses, afecciones o beneficios propios? Bueno... en el fondo algunas veces quisimos creer que todo acto moral podría volcarse en un molde lógico, vacía y desinteresadamente, pero con el mero fin de convertirse en ley suprema. Y esta hipótesis, aunque no me la crea, sí que...

¿Que existen sujetos en estado de minoridad que no pueden tomar decisiones políticas y a los que debemos guiar hacia el recto camino del progreso? Bueno... una pequeña expresión de la grandilocuencia occidental que supera los límites del derecho moderno. Y esta hipótesis, aunque no me la crea...

¿Que existe un goce estético que place sin concepto y desinteresadamente por su forma, más no por su contenido simbólico, histórico y social? Bueno... en el fondo algunas veces quisimos terminar de escuchar una pieza musical dodecafónica. Y esta hipótesis...

Una profesora kantiana me dijo una vez que el amor a Kant es una cuestión generacional. A lo que sólo pude contestar ¿Qué, usted tiene, cuántos? ¿250 años?



2 comentarios:

  1. Jaaaa! buenísimo! Gran post.

    saludos

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  2. por qué no cuentas la historia completa amiga mía? que ese comentario fue en el transcurso de un examen final, y que te costó cuánto? unos 3 puntitos? ja
    un cariño para ti, otro para teju y otro para banana.

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